jueves, noviembre 14, 2013
El tocino con la velocidad
Todo es mentira, nada es verdad
sábado, junio 01, 2013
Un momento en otro momento
De buenos que se vuelven malos
De cómo el juicio a un personaje controvertido puede ser el signo más puro de la democracia.

miércoles, octubre 17, 2012
La verdad
La verdad es que, nos guste o no nos guste, somos todos responsables. Es muy fácil, y sobre todo muy cómodo, pensar con la teoría de "la culpa es del otro", pero somos todos responsables y lo sabemos.
La verdad es que desde hace mucho años Europa y Norteamérica se han sumergido (ahora, evidentemente, ya no más) en una espiral sin freno de consumo desbocado, donde se eliminó el concepto de ahorro y se sustituyó por el de gasto permanente. Claro que esto resultaba muy fácil cuando las entidades de crédito, sin ningún tipo de comprobación previa, daban dinero al primero que pasara por la puerta. Hay algunos casos más flagrantes que otros pero, básicamente, todas las situaciones están cortadas por el mismo patrón: crecimiento económico prolongado del país en cuestión, flujo continuo de crédito a bajo interés, consumo desmedido de privados (tanto entidades bancarias como particulares), endeudamiento progresivo e incluso muchas veces solapado -se obtiene un crédito para pagar otro crédito- y resultado final con una gran debacle financiera.
viernes, febrero 25, 2011
Impotencia
En una de mis discusiones de la comida de los viernes con mi familia, donde se tratan los temas socio-políticos del momento (toda una tradición familiar desde que estoy en España, oiga), me doy cuenta así a bote pronto de una sensación que me viene ahogando desde hace mucho. Es la misma sensación que hace que cuando leo los periódicos a la mañana se me revuelva el estómago y me den ganas de mudarme a Neptuno: impotencia.
Sé que hay mucha gente que siente lo mismo que yo; pero, desgraciadamente, creo que no somos suficientes. Ni siquiera estamos cerca de ser “un montón”. Porque la gran mayoría se siente cómoda con esta situación, ya que le da pie a justificar las estupideces más variadas. Hablo, por supuesto, de la maravillosa teoría, instaurada desde hace unos años en este país, del “todo vale”. Sí, señor: en este país, TODO VALE.
Vale que el presidente llame a un terrorista “hombre de paz”; vale que se insulte y acuse a los familiares de personas asesinadas de querer “politizar” las muertes; vale que se rumoree entre la población que el cáncer de una persona pública es falso y usado con medios políticos; vale que se nos trate de estúpidos; vale que un ministro de exteriores haga la peor gestión de la historia española y se vaya de rositas sin que nadie le pida ninguna explicación; vale que se le dé una medalla a un ministro que ni siquiera era ministro cuando se hizo la gestión; vale que el gobierno adopte la forma de juez y decida sobre el poder judicial; vale que un ex-presidente salga a decir que pudo asesinar a los terroristas pero que bueno, oiga, que se le pasó; vale que un estudiante que se siente ofendido por mentar un jamón en clase pueda poner una denuncia y ésta prospere (!); vale que se mienta a la cara de los ciudadanos anunciando pleno empleo y se tenga la mayor cifra de desempleo de la historia; vale que se paguen 12.000 euros por cada sesión del senado para hablar 5 lenguas en un país de una; vale, en definitiva, todo. Vale todo y todo vale: no importa el qué, el cómo ni el por qué; todo está permitido en este escenario putrefacto de mandatarios subnormales, oposiciones pusilánimes y masas votantes estúpidas y aletargadas.
Y después está la segunda parte de la cantinela, que acompaña sin pudor a la primera. La parte del SON TODOS IGUALES o también conocida como “es todo lo mismo”. Ésta es muy utilizada por estos hombres socialistas de pro, estos que hacen gobierno desde la oposición ya que, a cada afrenta que se les plantea, responden “pues tú más”. Ellos tienen la teoría de que todo es lo mismo: España está igual de mal que hace 10 años, en este gobierno se roba lo mismo que en los anteriores, España es igual que Marruecos, EEUU, Francia o Argentina. Todo da igual, porque todo es lo mismo.
Pues saben qué, señores míos: NO, ni es todo lo mismo, ni todo vale. Pero, como decía al principio, lo peor de todo no es el clima político, es que todo esto es una doctrina instaurada en el colectivo social. Y el más grande los peligros, ya lo dijo Einstein, no es la maldad, sino la estupidez. Y esta vez estamos rodeados. Estamos rodeados de gente que, bajo el paraguas de este “relativismo progresista” del todo vale pretende justificar las barbaridades que antes pensaba pero no se atrevía a hacer o decir: hoy cualquiera puede salir a decir la primera barrabasada (sin justificación alguna) que se le venga a la cabeza sin ningún tipo de repercusión, ya que estamos en la era de la “sociedad plural” …
Pero, como siempre he defendido, aquí entra la hermosura de la democracia y la libertad en la que vivimos: el lado positivo de todo esto es que la gente se muestra tal y como es – no hay ataduras, no hay restricciones, los bobos se sienten libres de decir sus bobadas y, desgraciadamente, la gente inteligente muchas veces se queda callada.
Es muy curioso ver cómo, en un breve lapso de 10 años, se ha logrado destruir todo el avance social logrado en 40. El único sentimiento que se me ocurre para describir eso es impotencia. Y, lamentablemente, no tiene solución en el corto plazo …
sábado, diciembre 11, 2010
Ir en contra de tus principios
Por eso me causa mucha gracia, pero mucha, cuando un montón de gente que se llena la boca hablando de cosas tan bonitas como la libertad, la independencia y demás conceptos idílicos se pisa tan sonoramente a sí mismo. El caso que mejor refleja esta situación ahora mismo, según mi opinión, es el tema de Wikileaks: un día un señor se levanta de la cama y empieza a publicar, de forma indiscriminada y con una clara intención dañina, documentos confidenciales que pertenecen a un pueblo. No a un gobierno, no: a un pueblo. Documentos que, más allá de secretos importantísimos, contienen información que pone en riesgo, incluso, la vida de muchas personas. Y la gente, alrededor del mundo, lo aplaude.
Como dirían Les Luthiers, "analicemos la frase". Usted imagínese que se levanta una mañana y un señor muy gracioso ha publicado en el periódico local sus cuentas bancarias, sus contraseñas, sus conversaciones con su señora por la noche, la localización exacta de sus hijos y demás información delicada, en pos de la "libertad de expresión", alegando que sus conocidos "tienen el derecho a conocer esa información". ¿Qué le parecería esa situación? Creo que la respuesta es más que obvia. Bueno, entonces entendamos una cosa de una vez por todas: un país es como una familia, sólo que más grande.
No entiendo cómo este concepto tan simple, que puede entender hasta un niño de cinco años, es tan complicado de asimilar para tantos "gurús" de la información y la libertad que andan dando vueltas por ahí. Un pueblo, representado por su gobierno, tiene el derecho ... no, perdón, tiene el DEBER de mantener cierta información bajo la etiqueta de confidencial, a fin de poder manejar un sistema tan complicado como es una nación. Creo que este es un hecho tan obvio que, a riesgo de que alguien se ofenda, se puede decir que quien piense lo contrario no entiende en absoluto el funcionamiento de una sociedad. Es la esencia misma del ser humano, y el tema no merece más discusión.
Y entonces, cuando algo tan claro como eso aparece en el camino, surgen los ejemplos con los que empecé este texto: aquellas personas que piden la libertad a los cuatro vientos, y sin embargo apoyan un acto criminal como es el de Wikileaks, que se salta a la torera ni más ni menos que la libertad de 350 millones de personas de decidir qué asuntos internos se publican y cuales no. Tócate los cojones, mariloli. Y todo esto en pos de la "libertad de expresión", a lo que yo me pregunto: ¿libertad de expresión de quién?¿Del señor Assange?
Creo que alguien alguna vez dijo (y si no, lo digo yo) que no hay nada peor que una "libertad" mal entendida. No seamos necios, no caigamos en el facilismo de las masas y el pensamiento aborregado, razonemos por un segundo aplicando el sentido común, en lugar de abrir la boca sin saber siquiera de lo que estamos hablando. Toda libertad conlleva implícitamente una responsabilidad: una vez más, no confundamos la libertad con el libertinaje.
martes, mayo 25, 2010
Conquistar el mundo …
Ayer, en una de mis lecturas matutinas, me topé con un artículo titulado “Los amos del mundo”, que trataba, de forma supuestamente seria, sobre el poco conocido Grupo Bilderberg: un grupo de personas con puestos muy influyentes en el mundo contemporáneo que se reúnen anualmente para tratar temas de actualidad política, social, económica, etcétera.
Leyendo el tenor del artículo, y de la gran mayoría de los comentarios, me empecé a reír sólo sin poder parar. Personalmente, siempre me fascinaron las historias de secretismo, exclusividad y poder. Pero creo que la gente es demasiado cómoda. Permítanme que les explique este aparente sinsentido.
Al público, en general, le encanta encontrar siempre algo o alguien sobre quien delegar, sobre quien verter responsabilidad. Hace no mucho leí que delegar es eso mismo: el invento de la “tercerización de la culpa”. Y la gente, de manera individual y de manera social, necesita “tercerizar” la culpa. Todas estas versiones de grupos secretos que controlan el mundo, de entes formados por “poderosos” que determinan la vida y acción de las sociedades y personas son tan viejas como el propio ser humano, así como, de forma paralela, lo es la religión, con exactamente el mismo propósito: quitar responsabilidad de los hombros de las personas, hacer que la vida sea más llevadera y no asumir, en definitiva, la carga y consecuencias de las acciones que ejecutamos cada día.
Claro que siempre me causa gracia encontrar un artículo, de periódicos supuestamente serios y respetados, donde se pretende dar legitimidad a rumores y habladurías repartidas por el mundo. El Grupo Bilderberg existe, sí, y tiene un carácter de “perfil bajo”, también, pero de ahí a asumir que estos son los amos del mundo que controlan todo lo que ocurre en el planeta, hay un salto lógico imposible de cruzar. En uno de los párrafos, incluso, se llegaba a afirmar indirectamente que fue “el Grupo” el que puso a Bill Clinton y George Bush de presidentes de los Estados Unidos.
Como dirían los más grandes filósofos del siglo XX (Les Luthiers): “señoooooora”, no caigamos en el facilismo de creer que la voluntad de 50 personas puede más que la de 300 millones. No caigamos en la trampa del cuento del lobo feroz, de la historieta del poderoso y los pobrecitos inocentes que no se enteran de nada. El ser humano del siglo XXI es un homo informationis (si se me permite la aberración): es una persona educada, conocedora, con la capacidad suficiente para investigar, aprender y actuar ante los diferentes desafíos y encrucijadas de la vida moderna, sean estos políticos, sociales, científicos o de cualquier otra índole.
No caigamos, en definitiva, en el atontamiento de la vida paternalista que nos pretende hacer creer que no estamos capacitados para tomar decisiones. Somos capaces, formados y conscientes: si nos dejamos convencer de que los “grupos de poder” son los que tienen el timón de nuestra vida, estaremos cayendo en el más pueril de los errores.
Seamos responsables, por tanto, por nuestras acciones. La vida no es de color de rosa y, aunque parezca increíble, tanto a Bush como a Zapatero los ha puesto en el poder su propio pueblo, por medio del más básico acto social: el voto. No es, como dice el dicho, que cada país tiene el gobierno que se merece, no: cada país tiene el gobierno que ha elegido.
Basta de quejas y excusas. Aceptemos, de una vez por todas, la responsabilidad de nuestras acciones. Y aprendamos a convivir con sus consecuencias.
viernes, mayo 14, 2010
¿Crisis? ¿Dónde está la crisis?
El genial Joaquín Sabina, en una de sus canciones más famosas, ponía estas palabras en la boca de una típica señora española: “¿Crisis?¿Dónde está la crisis?”.
Pero claro, escucharlo, años después, de boca del presidente del gobierno, ya no me causa tanta gracia. Y es que si uno analizaba la situación detalladamente, todo esto se veía venir.
Dejemos de lado –o no- las primeras andanzas de Don Zapatero de La Mancha y sus secuaces (como la pantomima de la rebaja del IVA de los libros, o el vergonzoso anuncio de la creación de viviendas, o el resto de mentiras que nos han venido contando desde hace mucho a esta parte) y centrémonos en el manejo de la actual –aunque sea sólo para España y unos pocos países- crisis económica.
Ante el fantasma de la recesión, hace ya un tiempo atrás, Zapatero aplicó el principio más pueril e ignorante de la economía (y casi todas las disciplinas): negarlo todo. Esta táctica no sólo no se la creía nadie, sino que además desconcertaba a los mercados y generaba desconfianza en los inversionistas. Para cualquier economista aficionado y lego en la materia, como yo, la cosa tenía un sólo destino: si la economía española se había inflado hasta el punto de formar una burbuja, en algún momento se tenía que desinflar. No nos engañemos, sin embargo: una cosa es la crisis internacional que existió y otra, muy diferente, la que se generó en España debido al crédito salvaje y la falta de ahorro de la población.
Había una salida lógica, de todas formas: reducir el gasto público, bajar los impuestos para generar consumo, poner la economía en modo “sleep” y esperar a que amaine el temporal. Pero no, para qué tomar las medidas que aconsejaban todos los economistas reconocidos, cuando lo tenemos a SúperZP (todo un ministerio de economía él solito, oiga) al mando de la nave: mejor, aumentemos las subvenciones a cualquier chorrada, incrementemos el gasto público, subamos los impuestos para matar el consumo y, eso sí, que a mi Sonsoles no le falte de nada.
Pero este derroche de conocimientos económicos (656 asesores del presidente de por medio, que cuestan alrededor de 28 millones de euros al pueblo español) no trajo los frutos que se esperaban. No solo eso: hoy por hoy, España está vigilada por la política internacional para que la cosa no explote. Obama lo llama a Zapatero para decirle que tome las riendas del asunto de una vez y Merkel le da un toque de atención. Este excelso ministro/presidente está consiguiendo que España sea el hazmerreír de la crisis internacional: mientras toda Europa ya pasó el chaparrón, a nosotros nos espera todavía lo peor.
Este hombre ha conseguido llegar a ser (aunque suene paradójico) un inepto en casi todas las materias de gobierno que ha tratado.
Aaahh, pero no se preocupen, mis queridos chichipíos, que además de la subida de impuestos que ya anunciaron, el año próximo se viene otra. Y si no, tiempo al tiempo.
De buenos que se vuelven malos
Muchos están indignados. Claman al cielo sin siquiera conocer bien los hechos ni los detalles de lo que están hablando. Les da igual, ya que la idea que defienden va “más allá” de esos detalles menores …
Otros dicen, con la boca chiquita, que bueno, que este hombre no es tan malo. Y no, en un principio no lo era. Empezó con buenas intenciones y buenos actos: metiéndose en casos importantes, poniendo el pecho a las balas y aceptando las consecuencias. Pero, como ocurre en muchos casos (demasiados, desgraciadamente), no supo parar a tiempo. No supo bajarse de la nube y legislar desde la sensatez y la humildad. No. Se la empezó a creer: empezó a pensar que podía meterse en cualquier sitio, que su “coraza” de juez le daba impunidad para hacer lo que quisiera, incluso ir a buscar basura al patio ajeno y revolver sin permiso de los dueños.
Y claro, todo está muy bonito y muy “progre” mientras los atropellos se cometen fuera de casa … el tema es cuando se empieza a meter mano a la memoria personal (a la de tu hermano, a la de mi padre) o cuando se le ve el filón económico al asunto; ahí es donde vienen los problemas. Sobre todo si, desde el gobierno de turno, te dan permiso para hacerlo de la manera que te plazca, sin respetar ningún procedimiento, ley o autoridad establecida. En ese momento, cuando empiezas a mear en tu propio territorio y a tocarle la moral a tus propios compañeros, es cuando ya se ha perdido el rumbo.
Pero, aún así, y lejos de adoptar una postura de pro-hombre y rectificar, nuestro “súper-juez” siguió adelante con los faroles. Pues aquí están las consecuencias, señor Garzón. Esto es lo que ocurre cuando el que empezó siendo un buen juez se termina creyendo intocable: que la Justicia (con J mayúscula) es lenta, pero llega. O, como mejor diría un amigo mío, “el tiempo deja a cada uno en su lugar”.
Todas las personas son iguales ante la ley, sean jueces, políticos, civiles o religiosos. Hoy es un gran día: el pueblo se ha atrevido a llevar a la Justicia un hombre bueno que se ha corrompido. Y ése es uno de los signos más puros de la democracia.
lunes, febrero 01, 2010
Síntomas de enfermedad
El ideólogo que dio el mayor sustento al nacional-socialismo, Joseph Goebbels, dijo en una ocasión que “una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”.
Resultan cuando menos curiosas las similitudes que se pueden encontrar entre dicho personaje y actores del presente político de Latinoamérica. La insistencia en demonizar a EEUU de Chávez (en Venezuela), por un lado, y la continua agresión a las instituciones democráticas por parte de Cristina Fernández (en Argentina), por otro, no son más que dos caras de la misma moneda: la moneda del “autoritarismo ideológico”.
Es éste un autoritarismo que se disfraza de populismo para conseguir sus fines: alega continuamente a la verdad y la justicia de los “pobres y oprimidos” para conseguir un fin totalmente distinto al que predica: el poder absoluto. La situación de Chávez es ya más que explícita; en la Argentina todavía no es evidente para aquellos que se conforman con leer el horóscopo en los diarios, pero sí para la gente que realmente se interesa por buscar la verdad más allá de los medios de comunicación. Estos dos políticos, al igual que Goebbels, repiten como loros varias mentiras que forman la columna vertebral de su discurso, hasta convertirlas en verdades; aluden continuamente al enemigo único (EEUU, en el caso de Venezuela; los “oligarcas y poderosos” en el caso de Argentina) a fin de unificar el odio de sus seguidores en una figura totalmente ajena a ellos –al menos en apariencia.
Pero lo más triste de toda esta situación no es esto. Lo más triste no son ni los Chávez, ni las Cristinas, ni los Aníbales Fernández … no, estos personajes han existido y existirán siempre, independientemente de la sociedad o el momento histórico. Lo más triste es la gente. Lo más triste es el pueblo que los avala y los apoya. Lo más triste de todo (no voy a dejar de hacer énfasis en esto) es que Cristina Fernández salió elegida con un 42% de los votos.
Latinoamérica es un continente que nació con síntomas de enfermedad. Alguna vez tuvo visos de mejoría y hasta algunos optimistas daban un diagnóstico favorable, pero, a pesar de que pasan las décadas y el mundo cambia y evoluciona, sigue presentando los mismos síntomas del día en que se originó. Sé que es duro aceptarlo, pero es un continente que NUNCA va a cambiar, por un simple hecho: no son los políticos los que hacen daño, es la gente común y corriente la que pervierte y corrompe de forma continua su vida.
Padecemos, como bien dijo alguna vez un excelente filósofo popular, la enfermedad de “los Otros”. No nos confundamos, el enemigo no está ahí fuera: lo tenemos en cada uno de nosotros.
martes, enero 26, 2010
Probando nuevo método
Vamos a ver si funciona esta nueva forma, que me facilitará publicar entradas de manera más rápida y fácil. El programa que uso es el Windows Live Writer, y sí, por más que todos estén pensando en “Mocosoft”, la verdad es que tiene muy buena pinta y parece funcionar de lujo.
Ya les comentaré … saludos!
miércoles, enero 13, 2010
Creo que es hora
martes, junio 27, 2006
España: país tercermundista
A pesar de que residí 15 años en España, hoy en día vivo en Argentina. Lo considero, por sus formas, sus métodos y la actitud de su gente en general, un país del tercer mundo. Por estos días estoy (estamos todos) acudiendo con asombro y pavor a la España tercermundista. Una España donde, al igual que en la Argentina, cualquiera puede agredir, insultar y vejar a otro de manera absolutamente impune. El Gobierno, que de por sí debe perseguir este tipo de hechos para preservar la paz social, no sólo no lo hace, sino que los alienta y los ampara. Una España donde se censura a la oposición y se calumnia desde el puesto presidencial. Una España donde los terroristas están en el Gobierno (al igual que en la Argentina), dinamitando la sociedad desde dentro y entregando al país a su inminente desaparición. Una España, en definitiva, en extinción, tal y como la conocemos.
Algunos me dirán que soy demasiado extremista, pero me resulta en extremo doloroso asistir al desplome de una sociedad sin que sus integrantes hagan nada al respecto. Lo que está ocurriendo en España desde hace dos años a esta parte es MUY GRAVE, pero nadie reacciona, ni siquiera el partido de la oposición, que sigue dejando hacer a un Gobierno que es un calco exacto de la Rusia bolchevique del año 1917.
lunes, abril 10, 2006
La victoria del arcaísmo ideológico
Presenciamos por estos días la derogación de
De la primera no hay mucho que descubrir: es evidente el alineamiento político e ideológico que ha llevado a cabo Zapatero con las llamadas políticas “setentistas”. De la segunda, tenemos una muestra irrefutable con la derogación del CPE y la rendición del gobierno ante hordas de estudiantes que dicen “exigir sus derechos” con palos y violencia.
No seamos irrealistas: no existe ninguna economía moderna que pueda asegurar eso a ninguna persona que sale de la facultad con un título recién conseguido bajo el brazo. Cuando no hay trabajo, no se puede crear de la nada y, menos aún, intimar a las empresas a contratar gente de manera forzosa.
Aquí es donde se hace más patente la falla de las vetustas ideologías de izquierdas que sustentan los estudiantes franceses. A esta altura de la Historia donde, supuestamente, hemos aprendido de nuestros errores, no podemos estar esperando un estado completamente paternalista que nos brinde absolutamente todo sin nosotros mover un dedo; no podemos esperar una economía inmóvil que brinde trabajo estable a absolutamente todas las personas que tengan un título. Por supuesto que se tiende a eso: es un ideal de sociedad; pero la realidad es, siempre, diferente.
Me apena ver cómo Europa, cuna del liberalismo que es base de casi todas las democracias y economías modernas, sufre una regresión que no será más que perjudicial. Cuidado, estamos acudiendo a una victoria más del arcaísmo ideológico.
jueves, marzo 23, 2006
La mentira del diálogo (I)
Fue entonces cuando me di cuenta de lo equivocadas que estaban estas personas. "Una vez más -me dije- la mentira del diálogo y la negociación se utiliza como excusa". Porque nadie sea tan inocente de creer que ésto es una rendición incondicional. No, mis queridos chichipíos, ésto le va a costar al pueblo español, y muy caro.
Pero analicemos un poco más profundamente esta cuestión: si uno se atiene a las normas estrictas de la negociación (al menos, las que se utilizan en el ámbito judicial) una de las primeras reglas es nunca negociar en base a posiciones, sino a intereses. Es decir: uno tiene que comunicarse con la otra parte para averiguar cuáles son sus objetivos, y cuáles sus condiciones. He aquí el fallo número uno de este sistema y la demostración más fehaciente de que es IMPOSIBLE la negociación con terroristas: desde el momento en que la otra parte (ETA en este caso) acometió su primer asesinato, ya el valor de los medios utilizados sobrepasa absoluta y totalmente el valor de los objetivos pretendidos [esto deriva de una máxima evidente a priori para cualquier persona: "la vida humana es un bien más preciado que cualquier otro"]. A partir de ese momento, la negociación se cortó; es éste un punto de inflexión donde termina la búsqueda del diálogo y comienza a actuar la Justicia, ya que la otra parte pasó de ser una parte negociadora a ser criminales asesinos.
Al gobierno español hace tiempo que le debería haber dejado de interesar "qué es lo que quiere" o "qué es lo que dice" la banda terrorista, y se debiera haber concentrado en cómo hacerla desaparecer. Es por ello que es ridículo discutir qué condiciones se imponen en el comunicado; es estúpido hablar del "proceso de paz": el único proceso de paz posible es hacer prevalecer la JUSTICIA, y la única justicia posible se consigue con TODOS Y CADA UNO de los integrantes de ETA en la cárcel cumpliendo condenas irrevocables. ¿O es que acaso creen que los etarras son tontos?¿Alguien fue tan iluso como para pensar que después de 40 años de lucha continuada un día se reunieron todos y dijeron "bueno, nos rendimos"? Ya anoche, en el segundo comunicado de la banda, se pedía la autodeterminación del País Vasco (que, por otra parte, ha sido su objetivo de toda la vida), y ¿qué es lo que va hacer el gobierno español ahora?¿Concedérsela?¿Liberar todos los presos?. Desde luego que si es ése el plan a seguir -de Zapatero no me extrañaría nada, la verdad- pudimos haber capitulado mucho antes y habernos ahorrado muchas muertes innecesarias. Pero ¡cuidado!, porque ahora tenemos un agravante. Si a Cataluña le hemos dado el estatus de "Nación", ¿porqué negárselo al País Vasco? Claro, como bien expresa el dicho popular, "cada uno cosecha lo que siembra".
Arribamos aquí (como diría Borges) al punto cúlmine del relato.
Hecho: si se ha llegado hasta donde se ha llegado, ha sido principalmente gracias a la política antiterrorista agresiva de arrestos permanentes mantenida por el PP durante su mandato, le pese a quien le pese; negar ésto sería negar una realidad comprobable y contrastable.
Hecho: el PSOE ha mantenido reuniones secretas, pactos oscuros y conversaciones en la sombra con ETA (¡qué casualidad que la reunión de Carod Rovira con ETA, luego el Estatut, primero el "alto el fuego" en Cataluña y después el "alto el fuego" general hayan sido consecutivos y extrañamente relacionados!). Ha equiparado a las víctimas con los terroristas ("no debe haber vencedores ni vencidos") y valida contínuamente a los voceros asesinos ("Otegui podría ser un interlocutor válido").
Hecho: la única justicia posible, entendida como la prevalencia de la democracia y el respeto a la legalidad por sobre las demás cosas, es que TODOS LOS ETARRAS SEAN ARRESTADOS Y ENCARCELADOS SIN MIRAMIENTOS, sin concesiones, sin pactos ni diálogo ni negociación. NO SE NEGOCIA CON LA VIDA HUMANA, no se negocia con la memoria de los muertos, no se negocia -señor Zapatero- con la soberanía de un pueblo.
Hecho: desgraciadamente, el pueblo español no mantuvo la cabeza lo suficientemente fría el día de las elecciones. Ojalá se ponga un poco de sentido común en toda esta sinrazón, y se actúe acorde a la legalidad y la justicia, pero todo parece indicar que no va a ser así. El gobierno español actual ha ignorado la opinión popular desde el día en que su presidente ordenó la vuelta de las tropas de Irak sin consultar a nadie -que, creo, fue el segundo día de mandato. El despotismo de este buen señor (que ojalá fuera ilustrado, pero pasa más por la ignorancia y la ineptitud) ha llevado a España a un retroceso social, sin lugar a dudas. España no sólo ha perdido la posición fuerte que había ganado en Europa [gracias a su crecimiento económico y las crisis que atraviesan los países aledaños], sino que está sumergida en un caos estructural sin precedentes en los útimos años. La inmigración está totalmente sin control alguno (si bien han aumentado los aportes a la Seguridad Social, la violencia callejera, antes inexistente, se ha incrementado sobremanera), la integración del país como única Nación se ve amenazada constantemente. El gobierno del señor Zapatero, en definitiva, se ha quedado en meras expectativas y promesas incumplidas. Esperemos que, al menos, no cometa el error irreparable de dar siquiera un centímetro de lugar a la política y el gobierno del terror.
Les dejo un par de citas:
(Anónimo)
"El progreso es la realización de las utopías"
(Wilde)
Hagamos de la PAZ, de una vez y para siempre, una realidad ...
jueves, marzo 16, 2006
Sobre puyas, susceptibilidades y otras palabrotas
- Pero cómo puedes proferirme semejante improperio, semejante insulto, semejante descortesía ... te estás buscando una paliza!!!! -exclamó Josecito en un alarido.
- No te enojes, Josecito -dijo Pepito- no es para tanto. Simplemente quiero decirte que cuando te vas de excursión con tus amiguitos al museo de ciencias sociales, en vez de andar haciendo el payaso por ahí, deberías prestar atención a la maestra y hacer tus deberes.
En este punto, Josecito, (que todavía no tiene muy claras sus ideas, sobre todo en cuanto a sexualidad se refiere) muy ofendido él y herido en sus susceptibilidades [cualquiera ellas fuesen] se levantó de la silla, miró a Pepito con cara de malo y le dijo:
- Pues sabes qué? Eres un misógino, un machista y un estúpido. Y ahora me voy y ME LLEVO TODOS MIS MUÑECOS!!!
A Pepito se le quedó cara de lemur ahorcado (algo así como sorprendido); no sólo no podía entender QUÉ COJONES TIENE QUE VER la palabra "disfraz" con ser misógino, sino que además ni siquiera sabía qué corno significaba esa palabra ..."
Y así, amiguitos míos, es como transcurre la vida por estos lares. Les dejo la MORALEJA:
viernes, febrero 10, 2006
Sobre la intolerancia
Hace más de una semana atrás aparecieron en un periódico danés unas caricaturas del profeta islámico Mahoma, representado en diferentes situaciones, algunas de ellas, a mi entender, ofensivas para la religión y cultura musulmana. Es entendible, por tanto (y sabiendo que la representación del profeta Mahoma está prohibida en la religión musulmana), que las personas pertenecientes a este culto se digan ofendidas y sientan que merecen una reparación: es lo que cualquier persona requeriría ante esta situación. Esto es un hecho.
Ahora bien, que la respuesta ante estas caricaturas no sea un conflicto diplomático entre países solicitando una disculpa, sino que se base en la amenaza, la muerte y la intimidación me parece que excede los límites de la paciencia de cualquiera. Estoy deacuerdo con algunos medios en que la difusión de estos dibujos constituye una ofensa gratuita y hasta una provocación. Pero la respuesta de los países de origen musulmán es siempre la misma: el extremismo, el terror y la incivilización. Y esta vez no se puede decir que es simplemente "un grupo aislado", que "no tachemos a todos los musulmanes bajo el mismo adjetivo" porque esta vez (y, no sé por qué, sospecho que muchas anteriores también ha sido así) son la gran mayoría de los pueblos y habitantes musulmanes los que amenazan y utilizan el terror como medio de comunicación.
Como alguna vez comenté, el pueblo musulmán no puede, como de hecho lo hace, entrar en Occidente (ya sea Norteamérica o, sobre todo, Europa), alimentarse, educarse y trabajar con y de su gente y además pretender dictar las normas a seguir a base de intimidación. Está quedando cada vez más patente que la integración es algo que está muy lejos del ideario musulmán, se confirma día a día. Desde luego que no por eso se pueden excusar algunas prácticas de países occidentales del mismo tenor. Pero, siendo cada vez más evidente que el islamismo y Occidente son totalmente incompatibles y dificilmente (por no decir imposiblemente) conciliables, se debe adoptar una solución de dos: o cada uno se queda en su casa y vive como mejor le parezca y no molesta al otro, o el que está de invitado en la casa del otro se adapta a la situación.
Por supuesto que surgirá, en un momento u otro (hoy en día está muy de moda entre el "normal" de la gente), el tema de Estados Unidos y sus "invasiones" a países árabes. Para vosotros, oh inocentes míos, que esgrimáis este argumento del "demonio americano", tengo una noticia: todos los países del planeta son iguales. Porque claro que nadie se acuerda de las matanzas de Francia en África Central, o el desastre de Inglaterra en la India, o de las atrocidades contínuas (desde hace cientos de años hasta hoy en día) de los mismos pueblos árabes para con su propia gente y los demás, o del atropello constante de Israel. No, de todo esto nadie se acuerda ... ¿saben por qué? Por una simple y más que mundana razón: porque no vende. Lo que vende hoy en día es atacar a Estados Unidos; es muy "chic" ser un rebelde antiamericano, eso sí, mejor no hablemos de nuestros propios trapos sucios ... porque resulta que todos en este planeta son unos santos, menos esos terribles americanos. Fucking idiots!
Pero bueno, dejaré de lado el cliché barato y me centraré en la conclusión de este texto. Europa, así como Occidente, no puede ceder ante la intimidación y el gobierno de lo irracional. No es admisible que unas caricaturas -porque, al fin y al cabo, son unas simples caricaturas- produzcan no sólo altercados, sino decenas de muertes, amenazas explícitas (hoy el líder de la Jihad dijo que si no hay una disculpa, "la tierra arderá") y la dictadura del terror. No se puede permitir que un papel cueste la vida a, siquiera, una sola persona.
Como bien dijo Jorge Drexler (en una maravillosa canción llamada "Milonga del Moro Judío", que les aconsejo fervientemente escuchen): "... no hay una piedra en el mundo que valga lo que una vida ..."
domingo, noviembre 06, 2005
Las implicancias de la Cumbre
Pero lo interesante en esta cuestión es analizar el porqué de la negativa constante a esta propuesta, ya que, según mi creer particular, se fundamenta más en un tópico que en un análisis real de la situación. Si uno estudia detenidamente la situación del Mercosur, podrá concluir que no es la mejor en estos momentos. Las constantes rivalidades entre Argentina y Brasil y el resto de los países entre sí (ya sea por problemas limítrofes, por problemas políticos o económicos), con las consecuentes barreras y aranceles de exportación e importación, hacen muy difícil conseguir en la realidad el pretendido comercio fluido que beneficie a todos. Entonces, si el Mercosur no funciona bien y sería necesario encontrar una salida más amplia a los productos del continente, ¿porqué le decimos "no" al ALCA? Al lector le pueden surgir varias respuestas y, seguramente, entre ellas se encuentre la pictorización de Estados Unidos como el monstruo que nos vendrá a absorber nuestra economía a cambio de nada. He aquí el verdadero problema y causa de la negativa.
En nuestra sociedad, así como en el resto de latinoamérica, perseguida en los últimos 5-10 años por ideologías principalmente de "izquierdas" (Chávez en Venezuela, Lula en Brasil, Kirchner en Argentina y, por supuesto, Fidel en Cuba ... aunque, en realidad, todas éstas se terminan pareciendo más a gobiernos de derechas), se ha recreado -digo "recreado" porque siempre existió, atenuada en las décadas pasadas- la figura del colectivo imaginario del "invasor extranjero". Esa linda costumbre que tenemos de echarle la culpa de nuestras faltas siempre al de afuera, encuentra en Estados Unidos un objetivo ideal. Aquí radica la verdadera razón de la actitud de esta Cumbre: EEUU es el monstruo que viene a empeorarnos la vida y robarnos todo lo que tenemos. Por supuesto, querido lector, que el observador con un poco de sentido común se dará cuenta de que la principal causa de nuestro empobrecimiento (nótese que digo "principal" y no "única", desde luego) somos y hemos sido siempre nosotros mismos. Pero esto es tema de un artículo aparte. Creo fielmente que si aceptáramos el ALCA, con algunas limitaciones desde luego, nos sería más que beneficioso: tendríamos abiertas las puertas de dos de los más grandes mercados del mundo, tanto para la exportación como para el ingreso de capitales a nuestro país, lo cual, bien utilizado, impulsaría sobremanera la economía regional.
Pero, como siempre desde hace casi 200 años, la Argentina es un país donde la culpa siempre se busca afuera ... como bien caracterizaba el genial Tato Bores en su artículo "El Otro", cuya lectura les recomiendo encarecidamente.