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martes, junio 27, 2006

España: país tercermundista

A pesar de que residí 15 años en España, hoy en día vivo en Argentina. Lo considero, por sus formas, sus métodos y la actitud de su gente en general, un país del tercer mundo. Por estos días estoy (estamos todos) acudiendo con asombro y pavor a la España tercermundista. Una España donde, al igual que en la Argentina, cualquiera puede agredir, insultar y vejar a otro de manera absolutamente impune. El Gobierno, que de por sí debe perseguir este tipo de hechos para preservar la paz social, no sólo no lo hace, sino que los alienta y los ampara. Una España donde se censura a la oposición y se calumnia desde el puesto presidencial. Una España donde los terroristas están en el Gobierno (al igual que en la Argentina), dinamitando la sociedad desde dentro y entregando al país a su inminente desaparición. Una España, en definitiva, en extinción, tal y como la conocemos.

No seamos ilusos: no esperemos que con la negociación con ETA se vaya a pagar un precio político. Ese precio YA ESTÁ PAGADO. Está saldado en la creación de nuevos países (decir “realidad nacional” o “país” es sólo cuestión de semántica) absolutamente inventados dentro del territorio nacional, basados en el odio nacionalista hacia lo que consideran ajeno a su identidad; sin darse cuenta de que tanto Cataluña como Andalucía o el País Vasco llevan siendo españolas por más de 500 años y nunca fueron autónomas. Ese precio se refleja en la dudosa explicación de los atentados del 11-M, donde la connivencia del partido socialista para con los terroristas es evidente para más de uno (sí, lo que estoy diciendo es que el PSOE participó, directa o indirectamente, de manera activa encubriendo los hechos, en los atentados). Ese precio se pone de manifiesto, en definitiva, en la degradación TOTAL y ABSOLUTA de la vida social española.

Algunos me dirán que soy demasiado extremista, pero me resulta en extremo doloroso asistir al desplome de una sociedad sin que sus integrantes hagan nada al respecto. Lo que está ocurriendo en España desde hace dos años a esta parte es MUY GRAVE, pero nadie reacciona, ni siquiera el partido de la oposición, que sigue dejando hacer a un Gobierno que es un calco exacto de la Rusia bolchevique del año 1917.

Es por eso que yo, uniéndome al presidente de la AVT, llamo a la rebelión cívica. No confundir: no propongo ninguna acción violenta; planteo la posibilidad de que el pueblo español tome las riendas (que le pertenecen) de su propio destino, mediante todas las armas que las leyes y la Constitución le otorgan. Ya es hora de frenar la barbarie y la destrucción social que se avecina. Es ahora o nunca, y el precio a pagar es demasiado alto. Como bien dijo en alguna ocasión el filósofo inglés Edmund Burke: “Para la victoria del mal, lo único que hace falta es que los hombres buenos no hagan nada”.

lunes, abril 10, 2006

La victoria del arcaísmo ideológico

Presenciamos por estos días la derogación de la famosa Ley del Primer Empleo del gobierno francés. Y es entonces cuando sobreviene la pregunta fatídica: ¿realmente esta medida es lo mejor para la sociedad francesa?

Durante los últimos años somos testigos de un paulatino crecimiento (resurgimiento, mejor dicho) de ideologías que, al menos yo, creía sepultadas en las huestes del olvido debido principalmente a dos motivos: su abandono por parte del Occidente moderno, y su repetidas veces demostrada ineficacia económico-social. Ejemplos de este renaissance son casi todas los gobiernos sudamericanos (excluyendo Chile, y pasando desde la demagogia democrática de Kirchner hasta la dictadura encubierta de Chávez) y, por difícil que cueste creerlo, países como España o Francia.

De la primera no hay mucho que descubrir: es evidente el alineamiento político e ideológico que ha llevado a cabo Zapatero con las llamadas políticas “setentistas”. De la segunda, tenemos una muestra irrefutable con la derogación del CPE y la rendición del gobierno ante hordas de estudiantes que dicen “exigir sus derechos” con palos y violencia.

Ahora bien, analicemos un poco la situación. Estos estudiantes (muy diferentes, por cierto, de aquellos de Mayo del 68; por si a alguno lo ha tentado la comparación) demandan la anulación de una ley que fue creada, expresamente, para agilizar el mercado laboral y facilitar la contratación. Ya todos conocemos las “barbaridades” del despido sin justificación, etc. Pongámonos ahora del otro lado del tablero; veamos qué es lo que quiere entonces un estudiante francés: por deducción, lo que se pide es tener un trabajo estable con contrato indefinido recién habiendo salido de la universidad y que no exista la posibilidad del despido injustificado. Claro, ¿por qué no? Y también podrían tener un sueldo de 5000 euros con su primer trabajo; total por pedir … que no quede.

No seamos irrealistas: no existe ninguna economía moderna que pueda asegurar eso a ninguna persona que sale de la facultad con un título recién conseguido bajo el brazo. Cuando no hay trabajo, no se puede crear de la nada y, menos aún, intimar a las empresas a contratar gente de manera forzosa.

Me remito, entonces, a las bases del liberalismo más puro: ¿qué es mejor, señor estudiante, no tener ningún trabajo en absoluto y no tener la posibilidad siquiera de conseguirlo, o tener un trabajo que dure un año (o dos, o más) por más que sea a riesgo de que después de este periodo pueda ser despedido?

Aquí es donde se hace más patente la falla de las vetustas ideologías de izquierdas que sustentan los estudiantes franceses. A esta altura de la Historia donde, supuestamente, hemos aprendido de nuestros errores, no podemos estar esperando un estado completamente paternalista que nos brinde absolutamente todo sin nosotros mover un dedo; no podemos esperar una economía inmóvil que brinde trabajo estable a absolutamente todas las personas que tengan un título. Por supuesto que se tiende a eso: es un ideal de sociedad; pero la realidad es, siempre, diferente.

Creo firmemente que las protestas generadas por esta ley tienen su origen en dos desgraciadas situaciones: la ignorancia (y, en cierto grado, un poquito de solidaridad estúpida) y la regresión de los jóvenes, principalmente, a los reclamos de ideologías pseudo social-marxistas. Como bien dijo el Rector de la Sorbona: “Son jóvenes de 20 años que parecen de 65”.

Me apena ver cómo Europa, cuna del liberalismo que es base de casi todas las democracias y economías modernas, sufre una regresión que no será más que perjudicial. Cuidado, estamos acudiendo a una victoria más del arcaísmo ideológico.

jueves, marzo 23, 2006

La mentira del diálogo (I)

Ayer me enteré, tarde, del "alto el fuego" decretado por ETA. Mi primera reacción fue, evidentemete, de felicidad. He pasado la mitad de mi vida en España y me considero afectado tanto como un español por estas cuestiones, que las siento como propias.

Claro que después de un momento, en que mi avidez de información comenzó a satisfacerse con artículos, noticias y declaraciones, empecé a ver la postura que se tomaba desde el Gobierno. No me sorprendió ver que la mayoría de las autoridades gubernamentales, aunque citando las palabras "cautela" y "cuidado" de por medio, eran proclives a la negociación para finiquitar un proceso de terror y sangre que lleva ya demasiados años asolando al pueblo español.

Fue entonces cuando me di cuenta de lo equivocadas que estaban estas personas. "Una vez más -me dije- la mentira del diálogo y la negociación se utiliza como excusa". Porque nadie sea tan inocente de creer que ésto es una rendición incondicional. No, mis queridos chichipíos, ésto le va a costar al pueblo español, y muy caro.

Pero analicemos un poco más profundamente esta cuestión: si uno se atiene a las normas estrictas de la negociación (al menos, las que se utilizan en el ámbito judicial) una de las primeras reglas es nunca negociar en base a posiciones, sino a intereses. Es decir: uno tiene que comunicarse con la otra parte para averiguar cuáles son sus objetivos, y cuáles sus condiciones. He aquí el fallo número uno de este sistema y la demostración más fehaciente de que es IMPOSIBLE la negociación con terroristas: desde el momento en que la otra parte (ETA en este caso) acometió su primer asesinato, ya el valor de los medios utilizados sobrepasa absoluta y totalmente el valor de los objetivos pretendidos [esto deriva de una máxima evidente a priori para cualquier persona: "la vida humana es un bien más preciado que cualquier otro"]. A partir de ese momento, la negociación se cortó; es éste un punto de inflexión donde termina la búsqueda del diálogo y comienza a actuar la Justicia, ya que la otra parte pasó de ser una parte negociadora a ser criminales asesinos.

Al gobierno español hace tiempo que le debería haber dejado de interesar "qué es lo que quiere" o "qué es lo que dice" la banda terrorista, y se debiera haber concentrado en cómo hacerla desaparecer. Es por ello que es ridículo discutir qué condiciones se imponen en el comunicado; es estúpido hablar del "proceso de paz": el único proceso de paz posible es hacer prevalecer la JUSTICIA, y la única justicia posible se consigue con TODOS Y CADA UNO de los integrantes de ETA en la cárcel cumpliendo condenas irrevocables. ¿O es que acaso creen que los etarras son tontos?¿Alguien fue tan iluso como para pensar que después de 40 años de lucha continuada un día se reunieron todos y dijeron "bueno, nos rendimos"? Ya anoche, en el segundo comunicado de la banda, se pedía la autodeterminación del País Vasco (que, por otra parte, ha sido su objetivo de toda la vida), y ¿qué es lo que va hacer el gobierno español ahora?¿Concedérsela?¿Liberar todos los presos?. Desde luego que si es ése el plan a seguir -de Zapatero no me extrañaría nada, la verdad- pudimos haber capitulado mucho antes y habernos ahorrado muchas muertes innecesarias. Pero ¡cuidado!, porque ahora tenemos un agravante. Si a Cataluña le hemos dado el estatus de "Nación", ¿porqué negárselo al País Vasco? Claro, como bien expresa el dicho popular, "cada uno cosecha lo que siembra".

Arribamos aquí (como diría Borges) al punto cúlmine del relato.

Hecho
: si se ha llegado hasta donde se ha llegado, ha sido principalmente gracias a la política antiterrorista agresiva de arrestos permanentes mantenida por el PP durante su mandato, le pese a quien le pese; negar ésto sería negar una realidad comprobable y contrastable.
Hecho
: el PSOE ha mantenido reuniones secretas, pactos oscuros y conversaciones en la sombra con ETA (¡qué casualidad que la reunión de Carod Rovira con ETA, luego el Estatut, primero el "alto el fuego" en Cataluña y después el "alto el fuego" general hayan sido consecutivos y extrañamente relacionados!). Ha equiparado a las víctimas con los terroristas ("no debe haber vencedores ni vencidos") y valida contínuamente a los voceros asesinos ("Otegui podría ser un interlocutor válido").
Hecho: la única justicia posible, entendida como la prevalencia de la democracia y el respeto a la legalidad por sobre las demás cosas, es que TODOS LOS ETARRAS SEAN ARRESTADOS Y ENCARCELADOS SIN MIRAMIENTOS, sin concesiones, sin pactos ni diálogo ni negociación. NO SE NEGOCIA CON LA VIDA HUMANA, no se negocia con la memoria de los muertos, no se negocia -señor Zapatero- con la soberanía de un pueblo.

Hecho: desgraciadamente, el pueblo español no mantuvo la cabeza lo suficientemente fría el día de las elecciones. Ojalá se ponga un poco de sentido común en toda esta sinrazón, y se actúe acorde a la legalidad y la justicia, pero todo parece indicar que no va a ser así. El gobierno español actual ha ignorado la opinión popular desde el día en que su presidente ordenó la vuelta de las tropas de Irak sin consultar a nadie -que, creo, fue el segundo día de mandato. El despotismo de este buen señor (que ojalá fuera ilustrado, pero pasa más por la ignorancia y la ineptitud) ha llevado a España a un retroceso social, sin lugar a dudas. España no sólo ha perdido la posición fuerte que había ganado en Europa [gracias a su crecimiento económico y las crisis que atraviesan los países aledaños], sino que está sumergida en un caos estructural sin precedentes en los útimos años. La inmigración está totalmente sin control alguno (si bien han aumentado los aportes a la Seguridad Social, la violencia callejera, antes inexistente, se ha incrementado sobremanera), la integración del país como única Nación se ve amenazada constantemente. El gobierno del señor Zapatero, en definitiva, se ha quedado en meras expectativas y promesas incumplidas. Esperemos que, al menos, no cometa el error irreparable de dar siquiera un centímetro de lugar a la política y el gobierno del terror.

Les dejo un par de citas:

"El que es misericordioso con los hombres crueles, acaba por ser cruel con los misericordiosos".
(Anónimo)
"El progreso es la realización de las utopías"
(Wilde)



Hagamos de la PAZ, de una vez y para siempre, una realidad ...

jueves, marzo 16, 2006

Sobre puyas, susceptibilidades y otras palabrotas

Dice una antigua fábula infantil:

"Estaba un día Pepito conversando amablemente con Josecito, cuando de repente en medio de la conversación surgió una insesperada puya (con "y", señora):

- ¿Sabés? En vez de disfrazarte deberías vestirte alguna vez y asumir tus responsabilidades.

- Pero cómo puedes proferirme semejante improperio, semejante insulto, semejante descortesía ... te estás buscando una paliza!!!! -exclamó Josecito en un alarido.

- No te enojes, Josecito -dijo Pepito- no es para tanto. Simplemente quiero decirte que cuando te vas de excursión con tus amiguitos al museo de ciencias sociales, en vez de andar haciendo el payaso por ahí, deberías prestar atención a la maestra y hacer tus deberes.

En este punto, Josecito, (que todavía no tiene muy claras sus ideas, sobre todo en cuanto a sexualidad se refiere) muy ofendido él y herido en sus susceptibilidades [cualquiera ellas fuesen] se levantó de la silla, miró a Pepito con cara de malo y le dijo:

- Pues sabes qué? Eres un misógino, un machista y un estúpido. Y ahora me voy y ME LLEVO TODOS MIS MUÑECOS!!!

A Pepito se le quedó cara de lemur ahorcado (algo así como sorprendido); no sólo no podía entender QUÉ COJONES TIENE QUE VER la palabra "disfraz" con ser misógino, sino que además ni siquiera sabía qué corno significaba esa palabra ..."

Y así, amiguitos míos, es como transcurre la vida por estos lares. Les dejo la MORALEJA:

"Hay que prestar menos atención a estas estúpidas PUYAS (que tarde o temprano se levantan y se van), y hacerle más caso a Pepito"


viernes, febrero 10, 2006

Sobre la intolerancia

Aquellos que me conocen, que no son muchos, saben que soy una persona por demás tolerante. No tengo ningún problema con gente de otras culturas, otras preferencias sexuales, otras religiones, etc; es más, muchas veces intento que las personas (al menos aquellas con las que me rodeo) sepan apreciar a la gente por lo que es y no por etiquetas preestablecidas. Pero la verdad es que ciertos acontecimientos recientes merecen una revisión más profunda que el mero comentario de sobremesa, al menos así lo creo yo, y es por eso por lo que me gustaría que sepan mi opinión al respecto.

Hace más de una semana atrás aparecieron en un periódico danés unas caricaturas del profeta islámico Mahoma, representado en diferentes situaciones, algunas de ellas, a mi entender, ofensivas para la religión y cultura musulmana. Es entendible, por tanto (y sabiendo que la representación del profeta Mahoma está prohibida en la religión musulmana), que las personas pertenecientes a este culto se digan ofendidas y sientan que merecen una reparación: es lo que cualquier persona requeriría ante esta situación. Esto es un hecho.

Ahora bien, que la respuesta ante estas caricaturas no sea un conflicto diplomático entre países solicitando una disculpa, sino que se base en la amenaza, la muerte y la intimidación me parece que excede los límites de la paciencia de cualquiera. Estoy deacuerdo con algunos medios en que la difusión de estos dibujos constituye una ofensa gratuita y hasta una provocación. Pero la respuesta de los países de origen musulmán es siempre la misma: el extremismo, el terror y la incivilización. Y esta vez no se puede decir que es simplemente "un grupo aislado", que "no tachemos a todos los musulmanes bajo el mismo adjetivo" porque esta vez (y, no sé por qué, sospecho que muchas anteriores también ha sido así) son la gran mayoría de los pueblos y habitantes musulmanes los que amenazan y utilizan el terror como medio de comunicación.

Como alguna vez comenté, el pueblo musulmán no puede, como de hecho lo hace, entrar en Occidente (ya sea Norteamérica o, sobre todo, Europa), alimentarse, educarse y trabajar con y de su gente y además pretender dictar las normas a seguir a base de intimidación. Está quedando cada vez más patente que la integración es algo que está muy lejos del ideario musulmán, se confirma día a día. Desde luego que no por eso se pueden excusar algunas prácticas de países occidentales del mismo tenor. Pero, siendo cada vez más evidente que el islamismo y Occidente son totalmente incompatibles y dificilmente (por no decir imposiblemente) conciliables, se debe adoptar una solución de dos: o cada uno se queda en su casa y vive como mejor le parezca y no molesta al otro, o el que está de invitado en la casa del otro se adapta a la situación.

Por supuesto que surgirá, en un momento u otro (hoy en día está muy de moda entre el "normal" de la gente), el tema de Estados Unidos y sus "invasiones" a países árabes. Para vosotros, oh inocentes míos, que esgrimáis este argumento del "demonio americano", tengo una noticia: todos los países del planeta son iguales. Porque claro que nadie se acuerda de las matanzas de Francia en África Central, o el desastre de Inglaterra en la India, o de las atrocidades contínuas (desde hace cientos de años hasta hoy en día) de los mismos pueblos árabes para con su propia gente y los demás, o del atropello constante de Israel. No, de todo esto nadie se acuerda ... ¿saben por qué? Por una simple y más que mundana razón: porque no vende. Lo que vende hoy en día es atacar a Estados Unidos; es muy "chic" ser un rebelde antiamericano, eso sí, mejor no hablemos de nuestros propios trapos sucios ... porque resulta que todos en este planeta son unos santos, menos esos terribles americanos. Fucking idiots!

Pero bueno, dejaré de lado el cliché barato y me centraré en la conclusión de este texto. Europa, así como Occidente, no puede ceder ante la intimidación y el gobierno de lo irracional. No es admisible que unas caricaturas -porque, al fin y al cabo, son unas simples caricaturas- produzcan no sólo altercados, sino decenas de muertes, amenazas explícitas (hoy el líder de la Jihad dijo que si no hay una disculpa, "la tierra arderá") y la dictadura del terror. No se puede permitir que un papel cueste la vida a, siquiera, una sola persona.

Como bien dijo Jorge Drexler (en una maravillosa canción llamada "Milonga del Moro Judío", que les aconsejo fervientemente escuchen): "... no hay una piedra en el mundo que valga lo que una vida ..."