Páginas

miércoles, octubre 17, 2012

La verdad


La verdad es que, nos guste o no nos guste, somos todos responsables. Es muy fácil, y sobre todo muy cómodo, pensar con la teoría de "la culpa es del otro", pero somos todos responsables y lo sabemos.

La verdad es que desde hace mucho años Europa y Norteamérica se han sumergido (ahora, evidentemente, ya no más) en una espiral sin freno de consumo desbocado, donde se eliminó el concepto de ahorro y se sustituyó por el de gasto permanente. Claro que esto resultaba muy fácil cuando las entidades de crédito, sin ningún tipo de comprobación previa, daban dinero al primero que pasara por la puerta. Hay algunos casos más flagrantes que otros pero, básicamente, todas las situaciones están cortadas por el mismo patrón: crecimiento económico prolongado del país en cuestión, flujo continuo de crédito a bajo interés, consumo desmedido de privados (tanto entidades bancarias como particulares), endeudamiento progresivo e incluso muchas veces solapado -se obtiene un crédito para pagar otro crédito- y resultado final con una gran debacle financiera.