Páginas

jueves, marzo 16, 2006

Sobre puyas, susceptibilidades y otras palabrotas

Dice una antigua fábula infantil:

"Estaba un día Pepito conversando amablemente con Josecito, cuando de repente en medio de la conversación surgió una insesperada puya (con "y", señora):

- ¿Sabés? En vez de disfrazarte deberías vestirte alguna vez y asumir tus responsabilidades.

- Pero cómo puedes proferirme semejante improperio, semejante insulto, semejante descortesía ... te estás buscando una paliza!!!! -exclamó Josecito en un alarido.

- No te enojes, Josecito -dijo Pepito- no es para tanto. Simplemente quiero decirte que cuando te vas de excursión con tus amiguitos al museo de ciencias sociales, en vez de andar haciendo el payaso por ahí, deberías prestar atención a la maestra y hacer tus deberes.

En este punto, Josecito, (que todavía no tiene muy claras sus ideas, sobre todo en cuanto a sexualidad se refiere) muy ofendido él y herido en sus susceptibilidades [cualquiera ellas fuesen] se levantó de la silla, miró a Pepito con cara de malo y le dijo:

- Pues sabes qué? Eres un misógino, un machista y un estúpido. Y ahora me voy y ME LLEVO TODOS MIS MUÑECOS!!!

A Pepito se le quedó cara de lemur ahorcado (algo así como sorprendido); no sólo no podía entender QUÉ COJONES TIENE QUE VER la palabra "disfraz" con ser misógino, sino que además ni siquiera sabía qué corno significaba esa palabra ..."

Y así, amiguitos míos, es como transcurre la vida por estos lares. Les dejo la MORALEJA:

"Hay que prestar menos atención a estas estúpidas PUYAS (que tarde o temprano se levantan y se van), y hacerle más caso a Pepito"


No hay comentarios: